Lideranças Matsés na aldeia Lobo, no lado brasileiro do rio Jaquirana (Foto: Lucas Bonolo/Acervo CTI).

Los sistemas de protección frente a las amenazas del sistema de exploración

En esta edición del Boletín Povos Isolados na Amazônia, traemos tres temáticas que se entrecruzan. Por un lado, el Sistema de Protección a los Indígenas en Aislamiento y en Contacto Inicial, que abarca todas las acciones  y unidades operativas del Estado brasileño relacionadas a la protección y promoción de los derechos de los pueblos en aislamiento voluntario y contacto inicial, desde las Frentes de Protección Etnoambiental hasta la matriz de la Funai, en Brasília, capital de Brasil. Por otra parte, traemos asuntos que revelan situaciones en que los intereses económicos amenazan la integridad física y socio-cultural de los pueblos indígenas en diferentes regiones de la Amazonia.

Susceptibles a diferentes vulnerabilidades, los Matsés en Brasil y Perú, y los Kawahiva del río Pardo en aislamiento voluntario luchan por el mismo fin: sobrevivir a las presiones que avanzan sobre sus territorios, destruyendo zonas de ocupación tradicional y recursos naturales fundamentales para sus actividades de subsistencia, e incluso sus espacios significativos desde una perspectiva ritual y cosmológico.

Los Kawahiva del río Pardo son posiblemente los últimos representantes de este pueblo en situación de aislamiento voluntario. De tal modo que se encuentran fragilizados y muy sensibles a los frentes forestales de explotación, cuyas prácticas principales son la deforestación en larga escala, la ganadería extensiva, la minería ilegal y la falsificación de títulos y acaparamiento indebido de tierras públicas.

El hecho de optar al aislamiento voluntario y no mantener contacto con la sociedad nacional hace con que los Kawahiva no tengan espacios para su voz sea escuchada. Por lo tanto, es deber del Estado garantizar condiciones de supervivencia y autonomía con todos los medios que dispone. La reciente publicación de la Portaria Declaratoria de la Terra Indígena Kawahiva do Rio Pardo por el Ministerio de Justicia de Brasil es un paso en esta dirección – el cual esperamos sea seguido rápidamente por otros actos administrativos necesarios para la finalización de su proceso de regularización.

Ya el pueblo indígena Matsés – dividido por la frontera Brasil-Perú y cuyo contacto con no indígenas tuvo fecha en finales de los ’60 y principios de los ’70 – tiene hoy parte de su territorio tradicional reconocido y cuenta con organizaciones indígenas representativas en ambos países. Además, tienen en la Reunión Binacional Matsés Brasil-Perú un foro de articulación transfronteriza, donde se debaten cuestiones que afectan a su territorio. En 2016, ocurrió la sexta edición del encuentro, cuyos principales temas han sido, una vez más, el peligro urgente de la explotación petrolera y la presencia y protección de grupos indígenas en aislamiento voluntario.

Sea en Brasil o en Perú, por lo que está debajo del suelo o por encima de la tierra, el poder económico sigue como principal amenaza a los derechos y territorios de los pueblos indígenas. Ellos, a su vez, siguen resistiendo. Pero el Estado, que, en el caso brasileño, debería garantizar la obediencia a los derechos garantizados por la Constitución de 1988, por veces es negligente y por otras veces se pone como promotor de los mismos intereses económicos que amenazan a estos pueblos.

Señalar dichos conflictos al conjunto de la sociedad es una de las maneras de presionar a las autoridades, para que se cumplan las normas brasileñas e internacionales que protegen los derechos de los indígenas. Este es uno de los objetivos de nuestro “Boletim”.