Miradas indigenas acerca del trabajo de protección a los pueblos aislados

Por Letícia Leal | Traducción: Lucas Bonolo

El tema del XII Campamento Tierra Libre (CTL), realizado este año en Brasília, fue: “Por el derecho de vivir!”, englobando la defensa de los derechos a la tierra, a la salud y a la educación, además a la lucha contra el prejuicio y contra la violencia a los pueblos indigenas del Brasil. Cerca de mil liderazgos de todo país estuvieron presentes al evento, para garantizar las respectivas demandas de sus pueblos y de sus regiones en plenarias y debates coyunturales.

Existe aún, sin embargo, otros tantos pueblos indigenas que también poseen el mismo derecho a la vida de manera tradicional y que, por haber optado por el aislamiento voluntario de la sociedad nacional, no se hacen presentes en las diferentes manifestaciones del movimiento indígena. Hoy, la garantía formal de los derechos de estos grupos es asegurada por el Sistema de Protección a los Indios Aislados y de Reciente Contacto (SPIIRC), ejecutado por el Estado a través de la Coordenación-General de los Indios Aislados y de Reciente Contacto de la Fundación Nacional del Indio (CGIIRC/Funai), y orientado por la política de no-contacto y de respecto a la autodeterminación.

El aislamiento de estos pueblos es dicho voluntario una vez que la mayoría de ellos sabe de la existencia de la sociedad no-indígena, o por lo menos de la existencia de los demás pueblos indígenas– sea por habitaren territorios vecinos, sea por compartir áreas de uso donde ocasionalmente sus caminos se cruzan. Precisamente en función de esa proximidad, los pueblos ya contactados tienen papel importante no  que se refiere al trabajo de protección territorial de los aislados, y su colaboración es fundamental.

Para esta edición, el equipo del Boletín Pueblos Aislados de la Amazonia habló con liderazgos indígenas de seis diferentes regiones de la Amazonia, en las cuales viven aislados, para saber como cada una evalúa el trabajo de protección por parte del Estado, y como son pensadas sus propias estrategias de acción dentro de esto sistema.

Vea las entrevistas:

Angela Kaxuyana – liderazgo del pueblo Kaxuyana, Terra Indígena Kaxuyana-Tunayana (PA)

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Mi pueblo reclama la garantía del territorio, el derecho a la salud y a la educación. Suelen ser estos los derechos que más se reivindica no sólo por mi pueblo, sino por todos los pueblos indígenas de Brasil.

En general, esperamos que el Estado brasileño respete los derechos de los pueblos indígenas. A pesar de que el nuevo gobierno es aparentemente anti-indígena, esperamos que no viole nuestros derechos como han sido siempre violados.

Siempre hablamos que cuando los pueblos indígenas luchan, lo hacen no sólo por su territorio, pero por el territorio de todos los pueblos, ya sea en zonas urbanas o en los territorios demarcados, o en aquellos bajo proceso de contacto. Nosotros, líderes indígenas que estamos en el movimiento constante, también reivindicamos la garantía de los derechos territoriales de los pueblos en aislamiento, para que continúen con el derecho a vivir de la manera que eligieron.

Si pudiera, yo no habría establecido contacto con los no indígenas, yo también estaría en aislamiento voluntario hasta hoy. En la TI Kaxuyana Tunayana hay registros de su presencia, huellas de muchos pueblos en aislamiento. Es una tarea difícil para nosotros, que ya vivemos el contacto y enfrentamos todas las amenazas. Creo que nuestro papel, como pueblo que ya conoce las amenazas, es lograr que los ‘aislados’ tengan su derecho a permanecer donde quieren garantizado.

Nosotros, los pueblos indígenas que vivemos alrededor o cerca de los ‘aislados’, podemos proteger el territorio y convertirlo en una barrera protectora contra este contacto con los no indígenas. Lo contrario también debe ser respetado, si acaso quieran hacer contacto, nuestro papel quizás sea el de orientar, ayudar y mostrarles cómo es el mundo de hoy en lo que toca los derechos de los pueblos indígenas.

Bruno Caragiu Guajajara  Guardião da Floresta del pueblo Guajajara, Terra Indígena Rio Pindaré (MA)

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Damos prioridad a la cuestión de la tierra, porque no sirve tener un proyecto para construir una escuela o un centro de salud, si no tenemos la tierra. Por lo tanto, en nuestra región estamos combatiendo las invasiones. A veces salimos de casa y pasamos cinco, seis días dedicándonos a la protección de nuestra área, para que en el futuro nuestros hijos puedan caminar libremente como en el pasado. Debido a este trabajo, nosotros los guardianes estamos sufriendo amenazas. Algunos líderes no pueden abandonar el pueblo por temor a represalias.

Intentamos proteger lo que aún queda de floresta, porque sufrimos muchas invasiones de pescadores, madereros, y en el verano, aquellas quemadas ocurridas en Maranhão también nos perjudicaron bastante. Los incendios atingieron mucha gente, en especial las TIs Araribóia y Maçaranduba.

También damos prioridad a la protección de los indígenas en aislamiento voluntario. En la TI Caru también están los ‘aislados’ Awa Guajá, y nosotros procuramos nunca estar en el centro de la floresta, donde viven ellos. El verano pasado, por muy poco el fuego no les llegó. Las autoridades no deben prestar atención sólo a nosotros, los indígenas Guajajara. Entre nosotros, casi el ciento por ciento ya hablan portugués, pero los indígenas en aislamiento, no. Ellos no hablan portugués, entonces es difícil comprender sus demandas.

Voy a contar una historia que un Guajá me dijo en 2008. Estábamos en la floresta y él me pidió que me callara, porque él ya había estado allí, estaba tomando agua en un arroyo y un Guajá bravo, como ellos llaman a los ‘aislados’, le tiró una flecha en la pierna. Creo que durante el contacto, hay que tomarlo con calma, haciendo círculos hasta llegar a un punto de diálogo. Cuando hubo el incendio en la TI Caru, los Awá Guajá ya contactados eran ubicados dentro al equipo de combate al fuego, para dialogar directamente con los ‘aislados’ en el caso de suceder el contacto.

En Maranhão, estamos delante al total desconocimiento y omisión de la Funai, tanto para con los indígenas en aislamiento voluntario, cuanto para con nosotros, Guajajara, Gavião y otros grupos étnicos que viven allí. Presentamos quejas, reclamamos nuestras demandas, pero tarda mucho y a menudo terminamos con indígenas muertos. Sufrimos represalias, ataques, y creo que hay omisión. Cuando llevamos los problemas al Ministerio Público es lo mismo, y con frecuencia tenemos que tomar una decisión radical y defendernos por propia cuenta. Hasta hoy en mi tierra casi no hay florestas, porque los indígenas que vivieron allí en el pasado han esperado demasiado por la Funai. Hoy casi no hay bosques. Nuestra zona era muy rica en pescado y ahora está casi todo acabado.

Dario Kopenawa Yanomami – coordinador de Politicas Publicas de la Hutukara Associação Yanomami, Terra Indígena Yanomami (RR)

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Hay en la sociedad no indígena muchos que todavía no reconocen a los pueblos indígenas de Brasil, y por eso es importante dar a conocer los derechos que estamos reclamando. Tenemos muchas preocupaciones acerca de las grandes empresas y los grandes intereses políticos de los que desean tomar nuestra tierra. Por este motivo son importantes las homologaciones territoriales indígenas, la retirada de los mineros y terratenientes. El más grande peligro para nosotros, los Yanomami, es la minería, muy dañina a la salud.

Cada pueblo indígena tiene las mismas situaciones precarias de salud, educación y, en especial, los invasores cada vez más cercanos. Por lo tanto, es importante luchar por nuestros derechos, ya escritos el papel, en la Constitución Federal, que nos garantiza derechos en el artículo 231. Pero algo que las autoridades aún no reconocen; piensan que los indígenas no son de aquí, no tienen conocimiento de las cosas, no tienen el derecho a hablar, el derecho a mostrar su diversidad. Los pueblos indígenas quieren hablar con las autoridades, pero es muy difícil que las autoridades nos reciban, nos escuchen y comprendan nuestros problemas.

No me gusta este término “indígenas aislados”. Yo digo “pueblos de la floresta”, porque ellos nacieron allá, no quieren mostrarse, demostrar su identidad, sus derechos, pero lo que necesitan es permanecer en sus tierras, en la que nacieron y donde viven hasta hoy. El término “indígena aislado” surgió en la memoria de los blancos, fue la Funai quien creó el término “indígena aislado”, pero Funai no llamó los líderes tradicionales para ponerles el nombre correcto. Yo siempre dije “pueblos de la floresta”, porque ellos son de la floresta.

Ellos son muy vulnerables en la cuestión de la salud. No sabemos lo que están sufriendo, ellos no quieren dar la cara, pero nosotros, los Yanomami, defendemos su derecho a vivir en su cultura. En mi región, la TI Yanomami, la gran vulnerabilidad son los mineros que están muy cerca. No sabemos cuántas personas ya murieron. Algunos mineros están muy cerca y es muy peligroso. ¿Cuántos niños murieron? ¿Cuántas personas murieron? ¿Qué es lo que están buscando allí? No sabemos, pero sabemos que ellos se están arriesgando demasiado y cada vez más las minas están aumentando. Nosotros, indígenas que ya tenemos contacto establecido, podemos revelar la situación, para que la sociedad no indígena entienda.

Los pueblos de la floresta son muy complicados. Algunos viven en las tierras Yanomami y hace muchos años hubo problemas entre los Yanomami y los Yauari. Hubo una guerra entre ellos y nuestros antepasados. Hoy en día todavía están enojados porque sus padres murieron, pero nuestros antepasados murieron también. El contacto es extremadamente difícil, nosotros no tenemos como hablar con ellos.

En mi opinión, ellos deben permanecer donde están viviendo ahora. Nuestro territorio es grande, cerca de nueve millones de hectáreas de tierra Yanomami. Ellos pueden vivir junto con nosotros, pero no podemos acercarnos a donde están. Nosotros les respetamos.

Varney ‘Todah’ Kanamari – presidente de la Associação dos Kanamari do Vale do Javari (AKAVAJA), Terra Indígena Vale do Javari (AM)

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Mi pueblo pide al gobierno que deje a los pueblos indígenas en paz. Demarcar territorios de los otros pueblos que no están demarcados. Nuestro territorio ya está demarcado, homologado, pero también apoyamos a los otros pueblos.

Los pueblos en aislamiento voluntario no hablan portugués, no saben lo que está pasando en Brasilia. Nosotros no hablamos con ellos, pero convivimos con ellos y por lo tanto representamos a ellos. Como sabemos la política del no-indígena, defendemos los derechos de los indígenas en aislamiento, aunque no les hemos hablado.

En 2015 hubo conflicto con nosotros, los Karamari. Niños Karamari han ya desaparecido. Sabemos que ha sido uno de los ‘aislados’, pero les respetamos y ellos también nos respetan. Nosotros sabemos que fuimos nosotros a nos trasladar a su región, hacia el otro lado del río, y que no podíamos haber invadido. Entendemos esto. También sé por qué los ‘aislados’ ya están apareciendo en el río Itacoaí, ya que los agricultores, los cazadores, dan disparos al alto para ponerles miedo, para que huyan y así maten su caza y tomen su territorio. Es la razón por la cual los ‘aislados’ se están acercando a la región donde vivimos.

Nosotros hemos cambiado de lugar para evitar el contacto con los indígenas en aislamiento voluntario, para dejarles de la manera que desean. Si establecemos contacto, ellos van a tener que vivir así, luchando por el derecho a la salud, la educación, el acceso a los beneficios sociales. No queremos establecer contacto con ellos para protegerlos, para que no ocurra más lo que el Estado está haciendo con nosotros.

En mi región, en la TI Vale do Javari, Funai no está haciendo vigilancia. No sé si se trata de falta de recursos, no se si la Funai no quiere trabajar, no se quieren proteger a los ‘aislados’. Pero intentamos trabajar en conjunto con la Funai, somos colegas. La AKAVAJA siempre busca el apoyo de la Funai.

Marcílio Batalha Apurinã – vice-coordinador de la Federação das Organizações de Comunidades Indígenas do Médio Purus (FOCIMP), Terra Indígena Caititu (AM)

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Luchamos por la demarcación, por nuestro derecho a sobrevivir, por el derecho a tener aquel momento infinito, sin chocar con ninguna valla, un muro. Vivir en nuestra tierra sin la amenaza de las cosas de los blancos, de tractor, de terrateniente. Lucho por que podamos poner nuestro propio límite, porque antes no teníamos límite, nuestro límite era infinito. Podría yo estar hoy en un rincón, después ya estar en otro lugar, pero hoy tenemos que demarcar porque si no se demarca las personas insisten en tomar nuestro espacio.

Incluso aquellos que no tienen contacto, los ‘aislados’, estamos luchando por ellos también. Para también se protegen sus territorios. Los ‘aislados’ tienen los mismos derechos que nosotros. Era lo que yo decía cuando empecé, nuestro territorio era infinito. No sabíamos luchar, pero no teníamos paradero, yo estaba aquí hoy y cada día en otro lugar. Si no luchamos para demarcar su territorio, ellos serán exterminados al igual que muchos de nosotros también fueron exterminados.

El papel de la Funai es hacer valer nuestro derecho a nuestro territorio. Proceder con la demarcación, hacer los estudios para acelerar el proceso de demarcación, esta es la tarea de la Funai.

Mientras no demarquen, vamos a seguir protegiéndonos. Vamos a luchar hasta el último minuto, ya que es de la tierra que sacamos nuestro porvenir. Mientras Funai no llega, nuestra lucha es una sola, nadie sale y nadie entra.

En la región en que vivimos hay indígenas en aislamiento voluntario. Ya tuvimos contacto con los Hi-Merimã. En el caso de contacto es siempre muy peligroso, porque ellos tampoco saben cómo somos. Existe el riesgo de que ocurra algo que les haga creer que vamos a atacarlos.

Lucas Salles Kaxinawá – secretario de la Associação do Movimento dos Agentes Agroflorestais Indígenas do Acre (AMAAIAC), Terra Indígena Kaxinawá do Rio Jordão (AC)

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Vivimos donde los blancos quieren acabar con las florestas, quieren plantar una sola especie, que no sirve para nosotros. En la floresta donde vivimos, necesitamos la fruta, las semillas, tinta, caza, pescado, agua. Todo esto nos preocupa. A diferencia de las personas de etnia blanca, no queremos dinero, sólo queremos aquel pequeño pedazo de tierra en que vivimos. Eso es lo que queremos: tener la garantía de nuestra tierra para vivir mejor con nuestras familias.

Tenemos parientes nativos [los ‘aislados’]. Les llamamos ‘nativos’ porque vivían y siguen viviendo hasta hoy en aislamiento voluntario. Tenemos que ayudarles, hablar por ellos también. En mi región existe este grupo que ha comenzado a mostrarse. Hay allá un grupo de la Funai que es del Frente de Protección, y protegen a los ‘nativos’. A principios de este año, ellos estuvieron 48 días en contacto y tuvieron gripe. Se comenzó a ofrecer la vacuna, pero no sé qué pensaban los ‘nativos’, seguramente no era de su conocimiento.

Ahora ya comenzaron a aparecer en nuestra tierra, ellos quieren volver otra vez. Este pueblo ‘nativo’ sigue viviendo en su casa comunal y realizan trabajos diferentes de los nuestros. Ellos no van por la ciudad, caminan en su territorio. No conocen el límite, caminan en nuestro territorio, pero nosotros buscamos garantizar sus derechos porque ellos también son nuestra familia. Los blancos nos encontraron en aquella región, por lo tanto son nuestra familia también. Incluso aquellos que están en la misma tierra, el pueblo Jaminawa, lograron hablar con los ‘aislados’, por lo que creemos que son realmente nuestros parientes y familiares de los Jaminawa, ya que fueron capaces de hablar muy bien con los ‘aislados’. De esa manera es que se aproximaron, llegaron y se fueron hacia nuestra tierra, y pasaron incluso 48 días allí con ese equipo de la Funai. Mi sobrino que trabaja con Funai se quedó aún más con ellos, hablándoles a ver lo que estaban necesitando.

Este sobrino mío trajo el mensaje para nosotros, ellos dijeron que la mayoría son hombres y que necesitan de mujeres. También dijeron que están bajo presión en Perú y por eso es que están llegando a nuestras tierras. Queremos hablar con ellos para que puedan empezar a hacer sus casas, y tener aldeas así como nosotros, los Kashinawa, tenemos.

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